jueves, 24 de enero de 2013

UNA MIRADA A LA EPA DEL 2012


Tiempo habrá de analizar con más detalle, pero una primera mirada a la EPA confirma que por mucho que lo digan Rajoy y Guindos, en materia de empleo no hemos tocado fondo. Y lo que es más grave que el Gobierno continúa cavando en el fondo del pozo.

Menos población, especialmente extranjera, y menos población activa confirman que cunde el desaliento hasta el punto que muchas personas abandona la búsqueda de empleo. No constan como parados, pero no están ocupadas, son inactivas.

Desgraciadamente en el 2012 se ha destruido más empleo que en años anteriores y hay 691.700 desempleados más, un 13,12% más que hace un año. Lo que en un contexto de reducción de población activa aún es más grave.

Las personas ocupadas se han reducido en 850.000, un 4,78%. La reducción de la ocupación en el sector público durante el 2012 ha sido cercana al 7% (el 6,98%) fruto del desmantelamiento del Gobierno y CCAA del sector público. Pero, en contra de lo que dijo hace poco Rajoy en el Congreso, esa reducción también afecta al sector privado, que sufre una caída del 4,30% en términos interanuales.

Así que la crisis avanza, la destrucción de empleo se ceba en todos los sectores, territorios y colectivos. Esta dejando cadavérico nuestro sistema productivo, esta afectando al sector público como si le aplicaran técnicas de jibarización. Esta impactando de manera brutal en los jóvenes, especialmente sin formación. Y ya ha llegado con fuerza a las mujeres.

Estos datos vienen a confirmar la profundidad de la crisis, de la que tardaremos aún algunos años en salir, la profunda desigualdad que esta provocando, fruto del desigual impacto de las políticas aplicadas. Y la generación de zonas pérdidas, tanto en el tejido productivo, como con las personas, en forma de pobreza extrema y de nuevas formas de pobreza y de precariedad.

Pero la crisis no es la única responsable de este drama. No todos los países están igual, porque la especulación y dejación no ha sido igual en todos. Y también porque no todos han aplicado las mismas políticas. Que Rajoy y Mas entre otros hayan querido ser los alumnos aventajados de la austeridad salvaje y suicida ha tenido sus consecuencias, Ahora lo reconocen todos, incluso los teólogos de la austeridad, los austericidas, pero el daño ya esta hecho.

Las políticas de recortes, la dejación en la reforma del sector financiero y la Reforma Laboral han sido cómplices necesarios de la crisis económica.

Los recortes han destruido empleo público a ritmos infernales y ha presionado a la baja la demanda interna, la falta de financiación a las empresas ha deteriorado el empleo privado y ha forzado la destrucción de empleo. Y la Reforma Laboral ha sido una monumental autopista de 6 carriles por la que han circulado todas las formas de desregulación y precariedad. Y en contra de lo que se dijo, la Reforma ha servido para los ajustes internos de salarios y condiciones de trabajo sin por ello dejar de utilizar el despido como mecanismo de ajuste. Al contrario la Reforma laboral ha incentivado las estrategias empresariales de destrucción intensiva y rápida del empleo.

Mientras, la gran reforma económica pendiente, la Reforma Fiscal, esta en el cajón de los recuerdos. Una de las promesas incumplidas de Rajoy, en unos momentos en que España tiene unos ingresos públicos del 32% del PIB, 8 puntos menos que la media de la UE y 15 puntos menos que los países más dinámicos, eficientes y con mayor cohesión social. Y el Plan de Reformas del Gobierno pretende llegar al 2016 con un diferencial de ingresos fiscales con Europa cercano al 9%.

Es una catástrofe, pero no una maldición Biblica. Son las consecuencias de la TEOLOGIA DE LOS RECORTES

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